México D.F., 1988. Fotógrafo. Mi línea de trabajo es el Surrealismo en la fotografía.
El onirismo es una práctica de creación surrealista que toma imágenes y experiencias sensoriales percibidas durante el sueño como materia prima. El Surrealismo y las diversas prácticas que surgen del mismo buscan desentrañar y diseccionar todas las caras del inconsciente humano con el afán de liberarlo de sus ataduras terrenales, más específicamente, del utilitario y superfluo estándar del humano moderno, para ponerlo en contacto con su originalidad preconsciente, primitiva y mística; llevarlo a (re) descubrir una verdad superior a su alrededor y dentro de sí mismo.
Onirismo consta de una serie de fotografías construidas a partir una bitácora (comenzada formalmente en Agosto del 2011) en la que llevo un registro de mi propia actividad onírica; en pocas palabras, elaboro un catálogo visual de mis sueños. Dicho emprendimiento evade cualquier clase de intervención consciente o interpretación poética; el objetivo es hacer un registro leal, en la medida de lo posible, a la «realidad» que he percibido durante el sueño.
Las imágenes van acompañadas de una bitácora escrita del sueño correspondiente. El tratamiento estético de la serie busca (irónicamente para la Fotografía, como la concibe un ejecutante profesional) lograr una apariencia idéntica al snapshot (término acuñado a la foto casual, de aficionado). El motivo para esto es emular la imagen difusa que percibimos durante nuestro recorrido onírico y, al mismo tiempo, imitar las imágenes caseras que todos nosotros hemos retratado y conservamos en un álbum familiar; imágenes sin habilidad profesional y/ o pretensión artística, que son un registro de nuestra vida diaria.
Más que una obra artística, propongo este trabajo como un ejercicio necesario en el día a día de todos nosotros. La redención y la propia consideración del mundo inconsciente, en lugar de rebajar su importancia ante las actividades y situaciones que ocurren durante la vigilia (muchas veces más absurdas y banales que los sueños más descabellados), puede darnos la respuesta a problemáticas concretas en nuestra cotidianidad, y abrir nuevos horizontes en nuestra travesía por el mundo.
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Sábado 20 de Agosto, 2011.
Amanecía en nuestra casa, me asomé a la ventana y vi que el departamento flotaba en el cielo. Estaba muy alto, y veía a lo lejos la estela de un avión que caía en picada, muy lejos de la casa. Vi a otro que le seguía aparecieron muchos más. Eran avionetas de hélice. Al principio creí que caían y luego supe que eran pilotos de una flota, propiedad de una compañía de seguros que estaba cerca de la casa, y hacían prácticas por la mañana. Se escuchaban por un altavoz las instrucciones de una mujer que guiaba a los aprendices, y los aviones de éstos (aviones, avionetas, helicópteros) estaban sujetados por hilos para que no perdieran el control. Al ver uno de los aviones, imaginé o sentí que podría perder el control y estrellarse contra la ventana. Me dije a mí mismo lo estúpido que sería morir una de esas muertes absurdas y extrañas, como morir gracias a un avión de la aseguradora que se estrella en mi ventana, por la mañana.
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